lunes, 20 de junio de 2011

Te recuerdo, por desgracia, recuerdo que a ti te embelesaron las faldas cortas y las piernas kilométricas, mientras que a mí, me atrayeron los ojos azules y las sonrisas blancas y encantadoras.
Supongamos que se gastó el amor de tanto usarlo, pisotearlo, trocearlo...etc. Al final sólo quedó un corazón roto y un millón de lágrimas encerradas en una cajita de cristal. Recuerdo verte en aquella plaza besando a aquella chica que no era yo, y tú me recordarás encima de ese hombre en nuestro sofá mientras entrabas por la puerta. "Vendetta"- susurré, "zorra"- me dijiste, y esa fue la última vez que te volví a ver.

viernes, 17 de junio de 2011

Mario

Mario tiene ocho años de vida, mira por la ventana porque es lo que más se le parece al mundo real, vive en una pequeña habitación de hospital, con las paredes blancas y las sábanas a juego. Mario quiere tener amigos, quiere salir de la habitación y correr, y correr… correr hasta que le sangre los pies y le duelan las piernas, quiere sentir el viento en su cara y que le  despeine el cabello, como antes. Mario quiere volar cometas en la orilla de la playa con sus amigos, quiere aprender a bailar y conocer a chicas tan guapas como las de las películas, quiere cogerlas de la mano, susurrarle cosas bonitas al oído y besarlas. También quiere viajar y ver mundo, quiere ir a Londres, París, Roma… pero sabe que nunca podrá hacerlo, lo tiene asumido y por eso no se pone triste. Es muy fuerte y valiente para su edad, él no llora, al contrario que su padre y su madre, aunque lo hagan bajito y escondidos, él puede escucharlos. ¿Sabéis que quiere también? Quiere aprender a andar en bicicleta y cazar mariposas, quiere abrir la ventana y echar a volar, como los pájaros que se apoyan en el alféizar y picotean en el cristal, quiere volar tan alto y tan lejos que nadie pueda encontrarlo. Mario quiere sonreír, hace mucho que dejó de hacerlo y lo echa de menos. Siempre lleva una pañoleta roja en la cabeza para ocultar que no tiene pelo, aunque a él no le importa, dice que la lleva roja porque es la que llevan los piratas de sus libros, esos que viajan por todo el mundo, que luchan con espadas, que llevan tesoros enormes y se quedan con las chicas más guapas, Mario a veces quiere ser uno de ellos. Puede que Mario no llegue al año que viene, puede que nunca vaya a un baile y que nunca bese a una chica. Mario quiere vivir hasta los cien años, aunque sabe que no pasará de los once. Seguramente vosotros, que leéis esto, ya sepáis lo que le pasa a Mario, tiene cáncer, por eso quiere pediros que hagáis una cosa por él, me lo ha dicho al oído: quiere que sonriáis cada minuto de vuestra vida y que la aprovechéis por él, que no puede hacerlo, quiere que seáis valientes aunque las cosas se pongan muy muy muy muuuuy feas, aunque no lo sepáis Mario os ha hecho un regalo, es un regalo pequeño, pero un regalo al fin y al cabo: os ha regalado una sonrisa, aprovechadla porque puede sea la última.